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Propiedad intelectual

Es impensable que una universidad con una gran partida de presupuesto tenga fotocopiadoras en sus bibliotecas para copiar indiscriminadamente todos los materiales (sin importar licencias, antigüedad, usos secundarios y demás), también es difícil procesar que docentes manden a estudiantes a X centro de fotocopiado a sacar ese material pirata. Aducen que es justificado por fines educativos, pero la verdad no puede ser de recibo tal afirmación, porque hay centros con menos presupuesto y nunca se ve a un docente recomendado y es más ordenando abiertamente que participen de piratería.

Tampoco es de recibo que grandes políticos no den crédito a ideas en sus escritos o bien, ni siquiera sepan usar el sistema de citación que “emplean”, esto ha pasado desde la pequeña Costa Rica, hasta naciones hermanas mucho más grandes.

Estas acciones de plagio y piratería retratan de cuerpo completo la mediocridad, la falta de ideas y explican, pero no justifican la falta de ideólogos serios en la realidad nacional e internacional. Estas prácticas enseñan a robar, de alguna forma impunemente.

Lo peor es que estas tendencias es que no plantean soluciones reales, generalmente los piratas y plagiadores tienen la vena ideológica más punitiva y el ego más alto, tal es así como nunca aceptan sus errores en propiedad intelectual. La otra es, que por un lado pasan reclamando la autoría intelectual de ideas que otros parafrasean y a veces ni los toman en cuenta.

Esto de la piratería no se resuelve ni con SOPA y PIPA, con seguimientos a los TLC ni nada de, las leyes como males necesarios, tienen un efecto a posteriori, pero si se analizan a los impulsores de algunas propuestas, lo que buscan entrelíneas es menguar la privacidad, monopolizar y hacerse más ricos. Las leyes antipiratería generalmente protegen solo al grande, no al indie ni al creador o pensador nacional.

Es decir, más allá de leyes, es cultural y un elemento a tratar es la cultura organizacional: una cultura organizacional anti pirata. ¿De qué sirve y qué sentido ético tiene una universidad que les receta a sus estudiantes dominar APA pero por otro lado tienen copiadoras en las bibliotecas y tienen docentes que mandan a “sacar la antología a tal centro de copiado”? En contraste, hay casas de estudio con menos presupuestos que toda su herramienta educativa es totalmente legal, ya sea de compra o libre, que usa citas y que incluso recurre a herramientas antiplagio y tiene una política tal que sus docentes cuando ven un link a un enlace PDF pirata lo borran. ¡Qué diferencia!

Igual, qué cultura organizacional sí un partido político hace lo mismo, es honesto intelectualmente, no mezquino y es profesional en su aplicación de créditos.

Lo interesante es que esto inicia en el nivel personal, incluso hay arquitectos que se copian descaradamente de un proyecto y luego se ven las consecuencias de su mal trabajo, a veces trascendiendo las burlas.

La lucha contra la piratería y el plagio es un acto más que ético, es más ético que legalista “codiguero, leguleyo, tinterillo “, donde no es la ley el problema sino la ética personal y la cultura organizacional.

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